Tiemblan los cimientos de la relación entre arquitectos e ingenieros
Una nueva norma legal hace temblar los cimientos del sector de la construcción. El borrador del anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales permite a los ingenieros con competencias en edificación proyectar y dirigir obras de viviendas o edificios públicos como escuelas, hospitales, museos… Competencias todas ellas reservadas hasta ahora a los arquitectos, según la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE), del año 1999.
En Canarias, la espera hasta la aprobación definitiva de la ley se lleva entre la beligerancia ruidosa de unos y la laboriosidad silenciosa de otros. ABECE CONSTRUCTIVO ha hablado del asunto con el presidente del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Santa Cruz de Tenerife, Eduardo Pérez de Ascanio, y con el director-gerente del Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Santa Cruz de Tenerife, Alejandro González Calvo.
Sobre las críticas que hacen los arquitectos sobre la falta de formación de los ingenieros, el director-gerente del Colegio de Ingenieros aclara que antiguamente, antes de la aprobación de la LOE, los ingenieros tenían atribuciones para la edificación. “Estamos acostumbrados a hacer proyectos y a calcularlos. Los arquitectos podrán poner en duda nuestra instrucción sobre estética, pero desde luego que no, nuestros conocimientos técnicos”.
González Calvo recuerda cuando antes de la LOE, los ingenieros podían ejecutar, por ejemplo, viviendas en el ámbito industrial. “Ahora lo que se persigue es la eliminación de las reservas de actividad, es decir, ningún profesional, por el hecho de poseer un título, va a tener una reserva estricta de su ámbito profesional”. Y añade que “estos vientos, que vienen de Bruselas, pretenden que quien tenga el título profesional, acredite formación de postgrado, y además, experiencia profesional, pueda ejecutarlo. Si lo sabe hacer, podrá hacerlo”.
Los ingenieros tienen la idea de que, en los complicados proyectos de edificación actuales ellos deberían tener mayor protagonismo. Pero el presidente del Colegio de Aparejadores opina que la LOE consiguió dejar de forma correcta y perfectamente clara cuáles eran las atribuciones de cada profesional, “quién es el autor del proyecto y quién el director de la ejecución de la obra”.
La idea del Gobierno es que, con esta Ley de Servicios Profesionales se reduzcan los costos de la construcción de edificios. Pero Eduardo Pérez de Ascanio no es tan optimista, y advierte que “habrá que verlo cuando se ponga en práctica la ley”, si finalmente se aprueba tal y como está.
El Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de la Edificación de Santa Cruz de Tenerife, no ha organizado ningún acto de protesta contra esta nueva ley, pero su presidente, que la semana pasada se informó en Madrid de los pormenores de ésta, trabaja “silenciosamente” en contacto con los ministerios implicados, de Economía, de Fomento y de Educación, para que afecte lo menos posible a sus colegiados.
Acerca de la manera en la que la Ley de Servicios Profesionales afectará al funcionamiento de los colegios profesionales, el director-gerente del colegio de Ingenieros Industriales asegura que les perjudicará de forma muy leve. “Una ley que va en paralelo pretende exigirles mayor transparencia, y establece una serie de penalizaciones a quienes incumplan sus obligaciones en el desarrollo profesional”. Por el contrario el presidente del colegio de Aparejadores, advierte sobre los graves perjuicios que provocará la nueva norma. Asegura que “tal y como está el borrador de la ley, si la colegiación deja de ser obligatoria o solamente es obligatoria para los que proyecten, nuestro colegio se va a ver afectado de forma notable y otros colegios también. La idea es que la colegiación de los técnicos que proyecten, abogados y médicos sea obligatoria”. “Es posible que el resto de colegios acaben convirtiéndose en asociaciones profesionales. Los que tienen colegiación voluntaria tendrán más dificultades para sostenerse”. ●