“El protagonista del proyecto del quiosco de la plaza Militar es el espacio, que hace que el usuario se relacione con la plaza”
José Manuel Sabina Santos – CEO de ESESE Architects
El espacio y la vegetación son protagonistas del proyecto del quiosco, que actualmente se está construyendo, en la plaza Pedro Schwartz o Militar, como se la conoce popularmente. Eso lo diferencia de otros quioscos que se han levantado y reformado recientemente en Santa Cruz de Tenerife, como son: los más modernos de la plaza de Weyler y de Tomé Cano; clásicos, como el de la plaza del Príncipe; o tradicionales, como el de la rotonda de Numancia. José Manuel Sabina Santos, CEO de ESESE Architects, estudio que ha redactado el proyecto ha señalado a CANARIAS EMPRESARIAL que la vegetación y los grandes árboles de la plaza “son una maravilla y potencian el proyecto”.
-¿Cuándo se acabarán los trabajos para la construcción del nuevo quiosco de la plaza Militar?
“Son tres meses de ejecución de obra. Probablemente se dilate una o dos semanas porque hicimos una consulta a los técnicos del ayuntamiento y eso alargará el tiempo. Es un proyecto integral. El quiosco antiguo se demolió, por eso el proyecto no abarca solo la envolvente, sino todo el acabado y puesta en marcha del quiosco. El quiosco se finalizará en tiempo, pero la puesta en explotación estará sujeto a la tramitación de la licencia de actividad y demás”.
-¿Las condiciones del concurso obligan a que la estética del nuevo quiosco esté relacionada con la plaza donde se asienta?
“El proyecto salió a concurso con unos condicionantes, del pliego de condiciones técnicas, que plantea la eliminación de la estructura exterior y hacer una propuesta nueva. Por eso participamos nosotros como arquitectos, y al tratarse de un espacio público, como es la plaza Militar, tratamos de integrarlo con la ciudad. Que sea un espacio agradable, que se tenga la sensación de estar en contacto con la vegetación, con los árboles que tenemos por allí, y de alguna forma, que haga un doble juego de desconexión y de conexión que este espacio público requiere”.
-¿Pero tendrá un aspecto moderno o clásico?
“No va a ser clásico, va a ser un elemento principalmente funcional, con unos acabados bastante atractivos, pero siempre dentro de una normalidad, de la propia imagen de la ciudad. No se trata de hacer una super obra ni un super proyecto, porque entre otras cosas tampoco podríamos hacerlo rentable. Creo que es un proyecto que está muy bien, con una imagen buena, y sobre todo eso, la conexión y desconexión que tiene con la plaza”.
-¿Tendrá una terraza elevada como tenía el anterior quiosco?
“Sí, había un podio y lo seguirá habiendo, al nivel de la calle superior y debido a la pendiente de la plaza, mantendremos la horizontalidad con la parte inferior, de esa manera. Es inviable mantener la rasante porque nos estaríamos tropezando o cayendo. No se cambia ni el perímetro ni la superficie del espacio exterior, por eso el podio se mantiene, lo que pasa es que se le da otra imagen y otros acabados. Además, te descuelgas al mismo nivel de la vía superior, y a la vez tiene una situación más alta con respecto al parque, y de esa manera puedes observarlo desde una posición, podríamos decir que, privilegiada”.
-¿Los árboles de gran tamaño que rodearán al nuevo quiosco han sido un obstáculo para diseñar un proyecto vistoso?
“Sí, claro, limitan bastante, porque son elementos muy potentes. Pero hay que respetar la ubicación y el posicionamiento, y sobre todo porque son pautas marcadas en el pliego de condiciones. Pero aunque no fuera así, hay que respetar esos árboles porque son una maravilla, y porque también potencian el proyecto».
-¿Qué superficie tendrá el nuevo quiosco y de qué servicios dispondrá?
«El quiosco es un espacio cerrado, que tendrá una zona de bar-cafetería, y luego una pequeña cocina. No sé hasta qué punto podrá dar un servicio de restaurante, porque no lo creo, sino un servicio de bar-cafetería, en el cual se podrá picar o comer algo, pero no más allá de eso. Tendrá 14 mesas. No es un espacio abierto único, con toda la superficie de terraza unida, sino que está dividido en dos, con 6 y 8 mesas cada una. Se intentó que la terraza fuera un espacio único, pero el pliego obligaba a hacerlo de esta manera, con los condicionantes anteriores. Creo que funcionalmente sería mejor una única terraza, pero está claro que los técnicos tendrán sus razones».
-Y en cuanto a la iluminación nocturna, ¿será colorida como los quioscos de la plaza de Weyler y la plaza de El Príncipe?
«No tenemos previsto una iluminación efectista como el de, por ejemplo, la plaza de Weyler, cuyo diseño se presta a eso y es magnífico, está muy conseguido. Pero no es nuestro caso. Para nosotros lo más importante no es el propio quiosco sino el espacio. A la idea de que el quiosco sea el protagonista, le hemos dado la vuelta, y hemos convertido en protagonista al espacio que hace que el usuario se relacione con la plaza».
-¿Ha diseñado algún proyecto anterior similar a este?
«Sí, hemos hecho algún otro proyecto en esta línea. Hemos presentado propuestas a otros quioscos de Santa Cruz, pero no hemos sido los adjudicatarios. Este es el primero que vamos a ejecutar con estas características».